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Estimados Familiares del que en vida fue, José Dámaso Ramos Bosmediano, estimados amigos del SUTEP:
Con mucha consternación hemos recibido en Alemania la noticia del fallecimiento del compañero José Dámaso Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP. En su condición de tal, tuvimos la oportunidad de tenerlo por Alemania, en misión de trabajo. Fue él quien con su maestría característica, supo conducir y fortalecer las relaciones entre el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) y el Sindicato de la Educación y Ciencia de Alemania (GEW).
Su trabajo, a veces en condiciones materiales que exigieron mucho sacrificio, no se redujo al Sindicato de los Profeores de Alemania sino también, bajo la coordinación sindical del c. Melacio Castro, autorizado entonces por Horacio Zeballos Gámez, se extendió a los Sindicatos similares de otros países de Europa.
En una de las últimas veces que estuve en Lima, conversamos en su casa, a pesar de las molestias que le causaba la arterioesclerosis, continuaba estudiando y escribiendo sobre el rumbo político de nuestra patria y se alegró que siguiera en el vicio de la literatura, para lo cual también colaboraba con la lectura crítica de mis manuscritos.
Comparto con los familiares de José Dámaso Ramos Bosmediano y con las compañeras y compañeros que dentro y fuera del SUTEP tuvieron siempre un oído a sus sabias orientaciones, el dolor de su sentida desaparición.
¡Dirigentes como él y como Horacio Zeballos Gámez, nunca mueren!
¡VIVA EL SUTEP!
Con mucha consternación hemos recibido en Alemania la noticia del fallecimiento del compañero José Dámaso Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP. En su condición de tal, tuvimos la oportunidad de tenerlo por Alemania, en misión de trabajo. Fue él quien con su maestría característica, supo conducir y fortalecer las relaciones entre el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) y el Sindicato de la Educación y Ciencia de Alemania (GEW).
Su trabajo, a veces en condiciones materiales que exigieron mucho sacrificio, no se redujo al Sindicato de los Profeores de Alemania sino también, bajo la coordinación sindical del c. Melacio Castro, autorizado entonces por Horacio Zeballos Gámez, se extendió a los Sindicatos similares de otros países de Europa.
En una de las últimas veces que estuve en Lima, conversamos en su casa, a pesar de las molestias que le causaba la arterioesclerosis, continuaba estudiando y escribiendo sobre el rumbo político de nuestra patria y se alegró que siguiera en el vicio de la literatura, para lo cual también colaboraba con la lectura crítica de mis manuscritos.
Comparto con los familiares de José Dámaso Ramos Bosmediano y con las compañeras y compañeros que dentro y fuera del SUTEP tuvieron siempre un oído a sus sabias orientaciones, el dolor de su sentida desaparición.
¡Dirigentes como él y como Horacio Zeballos Gámez, nunca mueren!
¡VIVA EL SUTEP!
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